
Hay historias de amor muy bonitas, historias casi poéticas, platónicas.
Historias que tienen un color especial, que se huelen y que saben a Guinness.
Amores que llevan nuestra imaginación hacia países lejanos, hacia conversaciones hipotéticas en situaciones idílicas, hacia las palabras de una carta anunciada, hacia camas de sábanas blancas repletas de arte y filosofía, hacia hombres elegantes de cabellos oscuros y ojos tristes.
Hay historias que tal vez nunca deberían acercarse a la realidad.
Hay historias que tal vez nunca deberían acercarse a la realidad.
Dichosa realidad que seguro, nos dejará tristes. Tristes como tus ojos...
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